La cereza tiene su origen en Asia Menor. Fue introducida en Occidente por el cónsul romano Lucullus, tras su victoria sobre Mitriades “El Grande”. Esta deliciosa fruta posee propiedades remineralizantes, desintoxicantes y antiinflamatorias, por lo que resulta el activo ideal tanto en tratamientos faciales como corporales.
La cereza presenta una importante cantidad de vitaminas con interesantes aplicaciones en el campo de la estética. A continuación listaremos las principales:
*Vitamina A: Contribuye a mantener el estado normal de la piel y aumenta su actividad enzimática.
*Vitamina C: Interviene en la formación de colágeno y realiza una función oxidoreductora y transportadora de hidrógeno en la respiración celular.
*Vitamina B1: Cumple un importante papel en la oxigenación de la piel.
PROTOCOLO DE TRATAMIENTO FACIAL:
El que presentamos a continuación es un tratamiento perfecto para activar las defensas de la piel a fin de optimizar los procesos de respiración y oxigenación de la piel.
1. Para comenzar, se realiza una higiene profunda de la piel:
a) Desmaquillado y tonificación del rostro.
b) Exfoliación de la piel, trabajando
bien el producto para dejar al rostro libre de impurezas y permitir una respiración adecuada de la misma. Además, es un paso esencial para asegurarnos que la piel esté más receptiva a los productos que colocaremos a seguir.
2. Luego, se aplica una ampolla de extracto de cerezas y se la va trabajando hasta su completa penetración. Se puede utilizar aparatología para conseguir una mayor efectividad. Esta ampolla es rica en minerales, flavonoides, ácido elágico y vitaminas B y C.
3. Posteriormente, se realiza un masaje con una crema hidronutritiva cuyo ingrediente estrella es la cereza. Su textura suave y ligera permite realizar un masaje profundo.
4. A continuación, se aplica la mascarilla de cerezas. Cuenta con la particularidad de ser plástica por los alginatos que contiene dentro de su composición, pero no se debe diluir con agua sino con un líquido que la plastifica. Tras 30 minutos de exposición, se retira levantándola desde abajo hacia arriba. Si quedan restos, puede masajearse antes de ser retirada por completo.
RESULTADOS:
Son muy alentadores: la piel queda remineralizada, hidratada y con un aspecto resplandeciente. Protocolo de tratamiento corporal La cereza es un activo excelente para tratar la retención de líquidos, uno de los factores principales que provocan la celulitis.
1. Exfoliar la piel con un gommage de cereza. Con este primer paso, además de eliminar las células muertas, se activa la circulación sanguínea y linfática y reconocen los acúmulos de grasa por la acción de la frotación.
2. Aplicar la envoltura de cerezas. Al tratarse de un producto que aumenta la temperatura corporal, el profesional debe tener cuidado en el caso de que la clienta presente várices. En esta fase del tratamiento se logra provocar una hiperemia en la piel.
Así, gracias a la acción combinada del exfoliante y del calor, se incrementa la efectividad del producto que se aplica a continuación.
3. Para finalizar, se realiza un masaje con aceite de cereza mediante maniobras anticelulíticas y drenantes.
UNA FRUTA, DIVERSOS BENEFICIOS:
La cereza cuenta con un importante número de ventajas para la salud:
• Disminuye los niveles de ácido úrico en sangre, lo cual previene la gota y otras enfermedades renales.
• Previene anemias nutricionales debido a su alto contenido en hierro.
• Ideal ante la desmineralización de los huesos debido a su contenido en flavonoides, calcio y vitamina C.
• Por su contenido en flavonoides también es ideal en la premenopausia y para evitar la degeneración celular.
• Sus propiedades antiinflamatorias ayudan en el tratamiento de aterosclerosis, reumatismo y artritis.
• El exfoliante a base de cereza elimina células muertas y limpia poros de la piel, relajando, al mismo tiempo, la musculatura.
• Es un fruto con fuerte efecto diurético debido a su alto contenido de agua y potasio.