El fin de la menstruación provoca algunos cambios en la fisiología femenina. Se trata de un padecimiento inevitable que se presenta a partir de los 40 años de edad y no tiene marcha atrás. Pero no te preocupes. Mejor infórmate para saber cómo lucir hermosa en esta maravillosa etapa de tu vida.
La menopausia es quizá el trastorno natural más temido por las mujeres. A lo largo de los años, esta fase biológica se ha estigmatizado porque implica una serie de transformaciones incómodas y difíciles de ocultar. Pues éstas incluyen desde altibajos en su estado de ánimo, hasta los famosos bochornos. Sin embargo, este fenómeno es simplemente la conclusión de su madurez reproductiva. Y es un padecimiento perceptible en la piel por una gradual pérdida de colágeno. Algunos de sus síntomas son:
• Resequedad - deshidratación
• Pérdida de elasticidad
• Aparición de manchas
• Adelgazamiento y fragilidad
• Manifestación de acné y espinillas.
ACNÉ, UN VIEJO ENEMIGO:
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El acné y las espinillas durante la menopausia son más comunes de lo que normalmente se piensa. Muchas mujeres que no enfrentaron este problema durante su juventud, lo padecen por primera vez en esta etapa de su vida. La causa es exactamente la misma: las glándulas sebáceas se bloquean con células muertas que la piel no elimina ni renueva de forma adecuada.
Los cambios hormonales nuevamente son el detonador de este fenómeno. Además de los tratamientos profesionales que podrás encontrar en tiendas especializadas, adopta algunos hábitos muy sencillos como lo siguientes:
• Bebe un promedio de 8 vasos de agua al día
• Reduce el consumo de grasas y carbohidratos
• Procura alimentos ricos en fibra y calcio.
EXTREMAR CUIDADOS:
Durante la menopausia, lo más recomendable es hacer mucho énfasis en los distintos cuidados a los que ya estás acostumbrada. Nada mejor que afrontar este padecimiento con una piel bella y sana. De cualquier modo, asesórate con un experto por si acaso fuera necesario modificar tu rutina de cuidados, evitar productos inapropiados para tu tipo de piel y, sobre todo, buscar una buena rotación en los activos que necesitas, ya que existe una amplia gama de productos específicos para esta etapa de la piel femenina. Busca el equilibrio en 4 acciones fundamentales:
Exfolia.- Con mayor frecuencia que antes, elimina las células muertas y mantén limpios los poros de tu piel.
Hidrata.- Disfruta de los agentes antienvejecimiento que podrás encontrar en productos dermocosméticos.
Protege.- Intensifica el uso de cremas y accesorios que te resguardan de los rayos ultravioleta.
Estimula.- Procura la renovación celular para mantener una piel homogénea, acude con regularidad a un tratamiento facial.
Limpieza.- Para la limpieza (por la mañana y por la noche), es recomendable usar un agua limpiadora o una solución micelar para pieles grasas, o bien, un gel espumoso.